ADICCION

(Etim. Latín addicere, dar consentimiento a algo.)La adicción a la droga, el juego, alcohol, etc. lleva a la persona a perder la libertad sobre su propio comportamiento, a la destrucción de la familia y a la ruina social. La Iglesia está comprometida en la recuperación de los adictos. Soy testigo de la recuperación de muchos hermanos una vez que se entregan al Jesucristo y participan asiduamente en el proceso de curación.
La adicción es un estado de dependencia a algo. Aunque generalmente se refiere al alcohol, las drogas y los juegos de azar, hay muchas otras adicciones, por ejemplo la pornografía. El adicto adquiere un aumento de tolerancia a la sustancia, pero también queda atado al hábito de consumo. Experimenta una creciente dificultad para dejar la droga, sustancia o experiencia. El miedo a los síntomas de retiro de la sustancia es el mayor obstáculo, aún para personas que están convencidas, en el campo moral, que debieran de superar la adicción.

lunes, 9 de agosto de 2010

ADICCIÒN AL SEXO (LUJURIA)

La sexualidad forma parte natural del ser humano, pero cuando se convierte en una prioridad que interfiere en la vida diaria, en el trabajo, afecta a las relaciones personales y sociales y, además, causa ansiedad, estrés y arrepentimiento, entonces se convierte en un gran problema.


Adicción sexual se define como: "Conducta indefectiblemente compulsiva; tendencia involuntaria, irrefrenable, reiterativa e irreflexiva, dirigida a establecer un tipo de relación sexual estereotipada de la que queda una abrumante sensación de insatisfacción".

La "adicción" al sexo invade todas las esferas de la vida de la persona y empieza a ser fuente de displacer en el momento en que el afectado pierde el control de la situación tal como plantea su fantasía, permitiendo que lo aventurado, explorador y divertido de toda relación, se torne reforzador del malestar. Esta manifestación representa una conducta repetitiva que pretende calmar la ansiedad por vía inadecuada, mediante la cual, ipso facto produce más malestar y ansiedad de la que se tenía. Momento en el que produce el rechazo a uno mismo, al constatar que tal conducta no sólo no calma la ansiedad, sino crea una fuente inagotable de problemas.

Las personas con este trastorno tienen problemas laborales, familiares, económicos y sociales por su adicción ya que a su comportamiento sexual les obliga a acudir frecuentemente a prostíbulos, comprar artículos pornográficos, llamadas frecuentes a líneas eróticas o a mantener relaciones sexuales con desconocidos incluso sin protección, haciendo que su vida gire en torno al sexo, sin sentir en la mayoría de las veces ningún tipo de placer sino sentimientos de culpa y sufrimiento. No puede describirse a través de un sólo comportamiento, ya que puede disfrazarse como una o varias de estas formas: masturbación compulsiva, relaciones con múltiples parejas heterosexuales u homosexuales, encuentros con personas desconocidas, uso de pornografía, prostitución o líneas eróticas.

Otra de las características de esta dependencia es que incluso, a veces, no todo es sexo, puede alternarse con periodos de diversa duración sin conductas sexuales problemáticas.

Normalmente se presentan más casos de hombres que de mujeres. Algunas hipótesis se inclinan hacia una explicación cultural, social y educacional. Mayor facilidad en el acceso a la práctica sexual, más necesidad de cuantificar la sexualidad y creencia en mayor medida que esto es, precisamente, lo que se espera de un hombre.

El comportamiento sexual compulsivo se gesta, en la mayoría de los casos, en la mente, donde las fantasías sexuales, los sueños y los pensamientos eróticos se convierten en la válvula de escape de los problemas laborales, las relaciones rotas, la baja autoestima, la insatisfacción personal u otros conflictos de la historia de vida.

La "agenda oculta" o "doble vida" suelen ser características de un comportamiento adictivo. Entonces cuando empiezan las mentiras, las que se cuentan a sí mismos con el fin de auto convencerse de que todo está bajo control: («Ésta es la última vez»), y las que cuentan a los demás, para ocultar sus conductas. Las personas adictas al sexo desarrollan variadas estrategias para engañar a terceros y en particular a sus parejas. Su problema les avergüenza porque se dan cuenta de que no pueden frenar sus impulsos y esto produce altos sentimientos de impotencia y sufrimiento.

LA ADICCION AL JUEGO

La adicción al juego, ludopatía o juego patológico, como tambien se le ha llamado, es un desorden adictivo caracterizado por la conducta descontrolada en relación al juego de azar y a las compras. La inversión de tiempo, energía y dinero en las actividades de juego aumenta con el tiempo y la persona se va haciendo mas dependiente del juego para enfrentar la vida diaria.La negación se presenta como es usual en las adicciones y muchas veces toma la forma de fantasias de ganar mucho dinero a través del juego, y de racionalizaciones de jugar para ganar dinero y así poder pagar las deudas de juego que se han acumulado.El descontrol progresivo y los gastos demesurados de dinero llevan a problemas economicos y familiares severos y a mucho stress psicológico a las persona adicta. Esto casusa depresion y ansiedad que muchas veces poenen en peligro la vida del adicto. La adicción al juego es la adicción mas relacionada con intentos de suicidio.

La intolerancia a la frustración, la incapacidad para ponerse en contacto con sus emociones, así como la grandiosidad, los sentimientos de baja-autoestima y la mitomanía producto de la doble vida que usualmente desarrolla el adicto al juego, son síntomas típicos de esta adicción.Una variante de esta adicción, es la adicción a las compras, que muestra el aspecto compulsivo, la negación y el deterioro de las relaciones familiares, muy parecido al adicto al juego.Con el boom de las tarjetas de credito, donde es tan fácil obtener una, dos y hasta 10 tarjetas de crédito simultaneamente, la adicci{on a las compras ha obtenido un nuevo impetu.Usualmente es mas frecuente en mujeres, pero no exlusiva del genero femenino.